lunes, agosto 23, 2021

Crecer

Nuevos momentos de madre espectadora expectante y no participante. Sentarme a verlo disfrutar, salpicarme de esa alegría también. Comprender la hermosa complejidad de la vida, que se conforma por momentos de tensión, tironeos, empujoncitos, desorientación, soledad para luego transformarse en atesorables instantes de encuentros, risas, palmadas, exaltación. En la alegría, muchas veces, no hay calma. El aprendizaje sucede con contratiempos. Aguantar esa tensión y  junto a ésta construir algo nuevo, esa es la maravilla. Lo veo crecer a mi niño, lo acompaño en lo que sea que sienta hoy y soy feliz en este torbellino de emociones.