A veces el tiempo... Sí, a veces el tiempo.

Pero no podría ser el mundo
No dentro de una lima

Estas paredes
Esta cama
Resguardo de la noche

No hubo tiempo, faltó el sentarse a ver la luna

Primera salida

Te miraba mientras le extendías los bracitos a la negra. Lo habías visto sólo una vez y no dudaste en asentir cuando te preguntó: vamos? Te calcé y te puse un gorrito, el sol picaba fuerte afuera. Lo hice porque siempre te cuido pero también porque no creí que fueras a irte. Tan chiquito, tan mío.. Felíz saliste de paseo con uno de tus tíos viajeros. Sin que lo supieras seguí mirándote por la ventana. Te alejabas en sus brazos y bajo el sol.

Cerca y lejos

Concentración en el movimiento, en la tinta, en la marca... hasta desaparecer. Perspectiva, niebla.
¿Hasta dónde llegar si no se ve el límite de la hoja? ¿Seguir sin ver?
La textura de la hoja, el brillo de la tinta. Todo claro y luego, nada. Distancia, caos, temor a caer en ninguna parte.

Importa que este cielo te cobije
Importa que el amor fluya
Es indispensable que ya no lo nombres
Como tuyo, a este cielo, a este amor

Pérdida

Me gustan mis sueños. Muchas veces quiero volver a ellos a resolver lo que ahí no pude. Me gusta porque puedo gritar cuando quiero y pensar que todo puede pasar. Los lugares que elije mi mente para que habite un rato son complejos, tienen muchos pasillos y huecos. Por lo general, los recorro y hasta creo que antes estuve ahí. Una vez que salgo, imposible volver a entrar.  Me da nostalgia. Por qué no puedo volver, nunca volver?